El seguro de responsabilidad civil es uno de los más contratados por empresas, profesionales autónomos y entidades sin ánimo de lucro. Porque en el ejercicio de su actividad pueden causar daños a terceros o a sus bienes, y tienen que compensarles en caso de que esto ocurra.

¿Qué es la responsabilidad civil?

Cuando el Código Civil hace referencia a responsabilidad civil, destaca que esta es la obligación que tiene una persona física, jurídica, o entidad sin personalidad jurídica, de responder por los daños que su acción u omisión haya podido causar.

Si la actuación, o la falta de actuación, de uno de estos sujetos causa daños a otra persona o a sus bienes, tiene que compensarle por ello. Compensación que suele adquirir la forma de indemnización.

¿Qué es el seguro de responsabilidad civil?

Dado que la responsabilidad civil se materializa mediante el pago de una indemnización, un seguro específico en esta materia lo que hace es cubrir esas indemnizaciones.

Por ejemplo, si el empleado de una entidad sin ánimo de lucro causa un daño a otra persona mientras realiza su trabajo, el seguro abona esa indemnización.

El seguro de responsabilidad civil en entidades sin ánimo de lucro

Las empresas, entidades sin ánimo de lucro con actividad económica y ciertos autónomos deben contratar obligatoriamente un seguro de responsabilidad civil. Respecto a las entidades sin ánimo de lucro sin actividad económica, la legislación no impone tal obligación, pero la realidad aconseja tener una póliza de este tipo.

El pago de una indemnización de responsabilidad civil puede suponer un riesgo para el patrimonio de una entidad. Ya que la cuantía a abonar puede llegar a ser alta si el daño causado fuera grave. De ahí, lo importante que es protegerse frente a situaciones de este tipo.

El seguro de responsabilidad civil se hará cargo en caso de que la entidad reciba alguna reclamación de indemnización. Por otro lado, este tipo de pólizas también cubren la defensa jurídica, porque no siempre quien reclama que se le pague tiene la razón.

Un factor a tener en cuenta, es que cada entidad aseguradora ofrece productos diferentes. El seguro de responsabilidad civil suele cubrir en estos casos las reclamaciones imputables a voluntarios y personal al servicio de la asociación o fundación. Pero se pueden añadir coberturas extra. Por ejemplo, la responsabilidad civil por accidente de trabajo o la responsabilidad civil locativa.

Al contratar un seguro de responsabilidad civil, se gana en protección. Y se asegura qué, en caso de llegar una reclamación de indemnización por daños, el patrimonio no va a resultar afectado. Por tanto, una póliza de este tipo es garantía de que ciertas incidencias no impedirán que la entidad continúe trabajando para conseguir sus fines. Si quieres saber más sobre este tema, o necesitas ayuda con la gestión de tu entidad sin ánimo de lucro, estamos a tu disposición.

Publicación 31/01/2024